KYRIE: Oh Señor ten piedad (Grupo Vida Joven)
ANTÍFONA DEL SALMO: Restáuranos (Salmo 79 - Marcelo Cid)
ANTES DEL EVANGELIO: Aleluya (Lucas 1,38 - Marcelo Cid)
DESPUÉS DEL EVANGELIO: Ave María (Pablo Coloma)
ORACIÓN UNIVERSAL: Roguemos al Señor (Liturgia - Gregoriano)
SANCTUS: Santo (Liturgia - Fernando Leiva)
ACLAMACIÓN CONMEMORATIVA: Anunciamos tu muerte (Liturgia)
GRAN AMÉN: Amén ("Por Cristo tradicional", Liturgia)
DOXOLOGÍA: Tuyo es el Reino ("La Mesa de todos", Liturgia - Cristóbal Fones)
AGNUS DEI: Cordero de Dios (Liturgia - Marcelo Cid)
COMUNIÓN: Nueva aurora (J. López - J. Akepsimas)
REFLEXIÓN: Viene el Señor (Grupo Betsaida)
1ª Lectura: Miqueas 5,1-4
Lectura de la profecía de Miqueas.
Así habla el Señor: Y tú, Belén Efratá, tan pequeña entre los clanes de Judá, de ti, me nacerá el que debe gobernar a Israel: sus orígenes se remontan al pasado, a un tiempo inmemorial. Por eso, el Señor los abandonará hasta el momento en que dé a luz la que debe ser madre; entonces el resto de sus hermanos volverá junto a los israelitas. Él se mantendrá de pie y los apacentará con la fuerza del Señor, con la majestad del nombre del Señor, su Dios. Ellos habitarán tranquilos, porque Él será grande hasta los confines de la tierra. ¡Y Él mismo será la paz!
R. Restáuranos, Señor del universo.
Escucha, Pastor de Israel, Tú que tienes el trono sobre los querubines, resplandece, reafirma tu poder y ven a salvarnos. R.
Vuélvete, Señor de los ejércitos, observa desde el cielo y mira: ven a visitar tu vid, la cepa que plantó tu mano, el retoño que Tú hiciste vigoroso. R.
Que tu mano sostenga al que está a tu derecha, al hombre que Tú fortaleciste, y nunca nos apartaremos de ti: devuélvenos la vida e invocaremos tu Nombre. R.
2ª Lectura: Hebreos 10,5-10
Lectura de la carta a los Hebreos.
Hermanos: Cristo, al entrar en el mundo, dijo: «Tú no has querido sacrificio ni oblación; en cambio, me has dado un cuerpo. No has mirado con agrado los holocaustos ni los sacrificios expiatorios. Entonces dije: Dios, aquí estoy, yo vengo —como está escrito de mí en el libro de la Ley— para hacer tu voluntad». Él comienza diciendo: «Tú no has querido ni has mirado con agrado los sacrificios, los holocaustos, ni los sacrificios expiatorios, a pesar de que están prescritos por la Ley». Y luego añade: «Aquí estoy, yo vengo para hacer tu voluntad». Así declara abolido el primer régimen para establecer el segundo. Y en virtud de esta voluntad quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha de una vez para siempre.
Aleluya
Yo soy la servidora del Señor; que se haga en mí según tu Palabra.
Evangelio: Lucas 1,39-45
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Durante su embarazo, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas ésta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor».
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