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Aquí encontrarás los cantos que semana a semana cantamos en la Eucaristía Dominical.
Haz clic sobre el nombre de cada canción y encontrarás su letra (y en algunos casos el audio).





Esquema de Cantos Domingo 21/02/10

1° Domingo de Cuaresma


(SUGERIDO)

ENTRADA: Cuaresma (Grupo Betsaida)
KYRIE: Señor ten piedad ("Tradicional", Liturgia)
SALMO: En el peligro, Señor (Salmo 90 - Marcelo Cid)
ANTES DEL EVANGELIO: Gloria y honor
(Mateo 4,4 - Bruno G. - M. Cid)
DESPUÉS DEL EVANGELIO: Canto de perdón
ORACIÓN UNIVERSAL: Roguemos al Señor
PRESENTACIÓN DE DONES: Recibe ¡oh Dios!
SANCTUS: Santo ("Cuaresmal", Liturgia)
ACLAMACIÓN CONMEMORATIVA: Por tu cruz
(Liturgia - Cristóbal Fones)
GRAN AMÉN:
Amén
("Por Cristo cuaresmal", Liturgia - Marcelo Cid)
DOXOLOGÍA:
Tuyo es el Reino
(Liturgia - Marcelo Cid)
AGNUS DEI:
Cordero de Dios
(Liturgia - Marcelo Cid)
COMUNIÓN: Pasos de Jesús

REFLEXIÓN:
En el desierto
(Glenda Hernández)
ENVÍO: Como tú
(Grupo Betsaida)

Color: Morado


LECTURAS

1ª Lectura: Deuteronomio 26,1-2.4-10

Lectura del libro del Deuteronomio.

Moisés habló al pueblo diciendo: Cuando entres en la tierra que el Señor, tu Dios, te da en herencia, cuando tomes posesión de ella y te establezcas allí, recogerás las primicias de todos los frutos que extraigas de la tierra que te da el Señor, tu Dios, las pondrás en una canasta, y las llevarás al lugar elegido por el Señor, tu Dios, para constituirlo morada de su Nombre. El sacerdote tomará la canasta que tú le entregues, la depositará ante el altar, y tú pronunciarás estas palabras en presencia del Señor, tu Dios: “Mi padre era un arameo errante que bajó a Egipto y se refugió allí con unos pocos hombres, pero luego se convirtió en una nación grande, fuerte y numerosa. Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron una dura servidumbre. Entonces pedimos auxilio al Señor, el Dios de nuestros padres, y Él escuchó nuestra voz. Él vio nuestra miseria, nuestro cansancio y nuestra opresión, y nos hizo salir de Egipto con el poder de su mano y la fuerza de su brazo, en medio de un gran terror, de signos y prodigios. Él nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra que mana leche y miel. Por eso ofrezco ahora las primicias de los frutos del suelo que tú, Señor, me diste”. Tu depositarás las primicias ante el Señor, tu Dios, y te postrarás delante de Él.

Palabra de Dios.
Salmo: Salmo 90,1-2.10-15

R. En el peligro, Señor, estás conmigo.

Tú que vives al amparo del Altísimo y resides a la sombra del Todopoderoso, di al Señor: “Mi refugio y mi baluarte, mi Dios, en quien confío”. R.

No te alcanzará ningún mal, ninguna plaga se acercará a tu carpa, porque Él te encomendó a sus ángeles para que te cuiden en todos tus caminos. R.

Ellos te llevarán en sus manos para que no tropieces contra ninguna piedra; caminarás sobre leones y víboras, pisotearás cachorros de león y serpientes. R.

“Él se entregó a mí, por eso, Yo lo libraré; lo protegeré, porque conoce mi Nombre; me invocará, y Yo le responderé. Estaré con él en el peligro, lo defenderé y lo glorificaré”. R.


2ª Lectura: Romanos 10,5-13

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.

Hermanos: Moisés escribe acerca de la justicia que proviene de la Ley: “El hombre que la practique, vivirá por ella”. En cambio, la justicia que proviene de la fe habla así: “No digas en tu corazón: ¿quién subirá al cielo?”, esto es, para hacer descender a Cristo. O bien: “¿quién descenderá al Abismo?”, esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos. Pero ¿qué es lo que dice acerca de la justicia de la fe? “La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón”, es decir, la palabra de la fe que nosotros predicamos. Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado. Con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para obtener la salvación. Así lo afirma la Escritura: “El que cree en Él, no quedará confundido”. Porque no hay distinción entre judíos y los que no lo son: todos tienen el mismo Señor, que colma de bienes a quienes lo invocan. Ya que “todo el que invoque el nombre del Señor se salvará”.

Palabra de Dios.
Versículo antes del Evangelio: Mateo 4,4

El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Evangelio: Lucas 4,1-13

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó de las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto, donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días. No comió nada durante esos días, y al cabo de ellos tuvo hambre. El demonio le dijo entonces: “Si tú eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan”. Pero Jesús le respondió: “Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan”. Luego el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante todos los reinos de la tierra y le dijo: “Te daré todo este poder y el esplendor de estos reinos, porque me han sido entregados, y yo los doy a quien quiero. Si tú te postras delante de mí, todo eso te pertenecerá”. Pero Jesús le respondió: “Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a Él solo rendirás culto”. Después el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo y le dijo: “Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: Él dará órdenes a sus ángeles para que ellos te cuiden. Y también: Ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra”. Pero Jesús le respondió: “Está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios”. Una vez agotadas todas las formas de tentación, el demonio se alejó de Él, hasta el momento oportuno.
Palabra del Señor.

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