ENTRADA: Pasos de Jesús
KYRIE: Señor ten piedad ("Corto", Liturgia)
GLORIA IN EXCELSIS DEO: Gloria (Liturgia - A. Nebreda)
ANTÍFONA DEL SALMO: Mi alma tiene sed de Ti (Salmo 62 - Marcelo Cid)
ANTES DEL EVANGELIO: Aleluya (Juan 10,27 - Greg Magirescu)
DESPUÉS DEL EVANGELIO: Quien pierde su vida la encuentra (Hermana Glenda)
ORACIÓN UNIVERSAL: Señor escúchanos (Cristóbal Fones)
PRESENTACIÓN DE DONES: Te ofrecemos, Señor, este pan
SANCTUS: Santo (Liturgia - Marcelo Cid)
ACLAMACIÓN CONMEMORATIVA: Anunciamos tu muerte (Liturgia - Marcelo Cid)
GRAN AMÉN: Amén (Liturgia - Marcelo Cid)
DOXOLOGÍA: Tuyo es el Reino (Liturgia - Marcelo Cid)
AGNUS DEI: Cordero de Dios (Liturgia - A. Nebreda)
COMUNIÓN: Vengan a Él
REFLEXIÓN: Mirad al Señor (Juan Pablo II - Marcelo Cid)
ENVÍO: María mírame (Grupo Betsaida)
Así habla el Señor: Derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de súplica; y ellos mirarán hacia mí. En cuanto al que ellos traspasaron, se lamentarán por él como por un hijo único y lo llorarán amargamente como se llora al primogénito. Aquel día, habrá un gran lamento en Jerusalén, como el lamento de Hadad Rimón, en la llanura de Meguido. Aquel día, habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, a fin de lavar el pecado y la impureza.
R. Mi alma tiene sed de ti, Señor, Dios mío.
Señor, Tú eres mi Dios, yo te busco ardientemente; mi alma tiene sed de ti, por ti suspira mi carne como tierra sedienta, reseca y sin agua. R.
Sí, yo te contemplé en el Santuario para ver tu poder y tu gloria. Porque tu amor vale más que la vida, mis labios te alabarán. R.
Así te bendeciré mientras viva y alzaré mis manos en tu Nombre. Mi alma quedará saciada como con un manjar delicioso, y mi boca te alabará con júbilo en los labios. R.
Veo que has sido mi ayuda y soy feliz a la sombra de tus alas. Mi alma está unida a ti, tu mano me sostiene. R.
2ª Lectura: Gálatas 3,26-29
Hermanos: Todos ustedes, por la fe, son hijos de Dios en Cristo Jesús, porque habiendo sido bautizados en Cristo, han quedado revestidos de Cristo. Por lo tanto, ya no hay judío ni pagano, esclavo ni hombre libre, varón ni mujer, porque todos ustedes no son más que uno en Cristo Jesús. Y si pertenecen a Cristo, entonces son descendientes de Abraham, herederos en virtud de la promesa.
Palabra de Dios.
Aleluya.
Evangelio: Lucas 9,18-24
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Un día en que Jesús oraba a solas y sus discípulos estaban con Él, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy Yo?» Ellos le respondieron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los antiguos profetas que ha resucitado». «Pero ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy Yo?» Pedro, tomando la palabra, respondió: «Tú eres el Mesías de Dios». Y Él les ordenó terminantemente que no lo anunciaran a nadie, diciéndoles: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día». Después dijo a todos: «El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la salvará».
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