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Aquí encontrarás los cantos que semana a semana cantamos en la Eucaristía Dominical.
Haz clic sobre el nombre de cada canción y encontrarás su letra (y en algunos casos el audio).





Esquema de Cantos Domingo 13/09/09

Misa a la Chilena


24° Domingo durante el año

KYRIE: Señor ten piedad ("Misa a la Chilena", Liturgia)
GLORIA IN EXCELSIS DEO: Gloria ("Misa a la Chilena", Liturgia - Marcelo Cid)
ANTÍFONA DEL SALMO: Caminaré (Salmo 114 - Marcelo Cid)
ANTES DEL EVANGELIO: Aleluya ("Misa a la Chilena", Gálatas 6,14 - Marcelo Cid)
DESPUÉS DEL EVANGELIO: Eres el Mesías (Marcelo Cid)
ORACIÓN UNIVERSAL: Escúchanos, Señor (Liturgia - Marcelo Cid)
PRESENTACIÓN DE DONES: Bendito seas Señor
SANCTUS: Santo ("Misa Criolla", Liturgia - Ariel Ramírez)
ACLAMACIÓN CONMEMORATIVA: Anunciamos tu muerte ("Misa a la Chilena", Liturgia - Marcelo Cid)
GRAN AMÉN: Amén ("Misa a la Chilena", Liturgia - Marcelo Cid)
DOXOLOGÍA: Tuyo es el Reino ("Misa a la Chilena", Liturgia - Marcelo Cid)
AGNUS DEI: Cordero de Dios ("Tonada", Liturgia - Marcelo Cid)
COMUNIÓN: Adoro te Devote (Santo Tomás de Aquino - Marcelo Cid)
REFLEXIÓN: Ven Señor de las altas montañas (F. Sepúlveda - F. Carrasco)
ENVÍO: Magníficat (Lucas 1,46-55 - Marcelo Cid)
PIE DE CUECA: Cueca a los chilenos del Cielo (Marcelo Cid)
______________
Bendita sea tu pureza (P. Panes - Marcelo Cid)
______________
Cueca a la Trinidad (Marcelo Cid)
Color: Verde

LECTURAS

1ª Lectura: Isaías 50,5-9

Lectura del libro de Isaías.

El Señor abrió mi oído y yo no me resistí ni me volví atrás. Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban y mis mejillas, a los que me arrancaban la barba; no retiré mi rostro cuando me ultrajaban y escupían. Pero el Señor viene en mi ayuda: por eso, no quedé confundido; por eso, endurecí mi rostro como el pedernal, y sé muy bien que no seré defraudado. Está cerca el que me hace justicia: ¿quién me va a procesar? ¡Comparezcamos todos juntos! ¿Quién será mi adversario en el juicio? ¡Que se acerque hasta mí! Sí, el Señor viene en mi ayuda: ¿quién me va a condenar?

Palabra de Dios.

Salmo: Salmo 114,1-6.8-9

R. Caminaré en la presencia del Señor.

Amo al Señor, porque él escucha el clamor de mi súplica, porque inclina su oído hacia mí, cuando yo lo invoco.
R.

Los lazos de la muerte me envolvieron, me alcanzaron las redes del Abismo, caí en la angustia y la tristeza; entonces invoqué al Señor: «¡Por favor, sálvame la vida!» R.

El Señor es justo y bondadoso, nuestro Dios es compasivo; el Señor protege a los sencillos: yo estaba en la miseria y me salvó. R.

Él libró mi vida de la muerte, mis ojos de las lágrimas y mis pies de la caída. Yo caminaré en la presencia del Señor, en la tierra de los vivientes. R.

2ª Lectura: Santiago 2,14-18

Lectura de la carta de Santiago.

¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso esa fe puede salvarlo? ¿De qué sirve si uno de ustedes, al ver a un hermano o una hermana desnudos o sin el alimento necesario, les dice: «Vayan en paz, caliéntense y coman», y no les da lo que necesitan para su cuerpo? Lo mismo pasa con la fe: si no va acompañada de las obras, está completamente muerta. Sin embargo, alguien puede objetar: «Uno tiene la fe y otro, las obras». A éste habría que responderle: «Muéstrame, si puedes, tu fe sin las obras. Yo, en cambio, por medio de las obras, te demostraré mi fe».

Palabra de Dios.

Evangelio: Marcos 8,27-35

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy Yo?» Ellos le respondieron: «Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas». «Y ustedes, ¿quién dicen que soy Yo?» Pedro respondió: «Tú eres el Mesías». Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; y les hablaba de esto con toda claridad. Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo. Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: «¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres». Entonces Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les dijo: «El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará».
Palabra del Señor.

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