corosantamaria@hotmail.com

Eres nuestro visitante nº


Estadisticas web


Aquí encontrarás los cantos que semana a semana cantamos en la Eucaristía Dominical.
Haz clic sobre el nombre de cada canción y encontrarás su letra (y en algunos casos el audio).





Esquema de Cantos Domingo 20/09/09

25° Domingo durante el año
ENTRADA: Amarte a Ti, Señor (Félix Zabala)
KYRIE: Señor ten piedad (Liturgia - Fernando Leiva)
GLORIA IN EXCELSIS DEO: Gloria (Liturgia - A. Nebreda)
ANTÍFONA DEL SALMO: El Señor es mi apoyo (Salmo 53 - Marcelo Cid)
ANTES DEL EVANGELIO: Aleluya (Cfr. 2 Tesalonicenses 2,14 - Marcelo Cid)
DESPUÉS DEL EVANGELIO: Hijo levántate (Grupo Betsaida)
ORACIÓN UNIVERSAL: Escúchanos, Señor (Liturgia - Marcelo Cid)
PRESENTACIÓN DE DONES: Juntos nos acercamos (Pablo Coloma)
SANCTUS: Santo (Liturgia - Cristóbal Fones)
ACLAMACIÓN CONMEMORATIVA: Anunciamos tu muerte ("Misa a la Chilena", Liturgia - Marcelo Cid)
GRAN AMÉN: Amén ("Misa a la Chilena", Liturgia - Marcelo Cid)
DOXOLOGÍA: Tuyo es el Reino ("Misa a la Chilena", Liturgia - Marcelo Cid)
AGNUS DEI: Cordero de Dios ("Tonada", Liturgia - Marcelo Cid)
COMUNIÓN: Pasos de Jesús
REFLEXIÓN: Como un niño (Pioneros de Schöenstatt)
ENVÍO: Madre de los vivientes (Marcelo Cid)

Color: Verde

LECTURAS

1ª Lectura: Sabiduría 2,12.17-20

Lectura del libro de la Sabiduría.

Dicen los impíos: Tendamos trampas al justo, porque nos molesta y se opone a nuestra manera de obrar; nos echa en cara las transgresiones a la Ley y nos reprocha las faltas contra la enseñanza recibida. Veamos si sus palabras son verdaderas y comprobemos lo que le pasará al final. Porque si el justo es hijo de Dios, él lo protegerá y lo librará de las manos de sus enemigos. Pongámoslo a prueba con ultrajes y tormentos, para conocer su temple y probar su paciencia. Condenémoslo a una muerte infame, ya que él asegura que Dios lo visitará.

Palabra de Dios.

Salmo: Salmo 53,3-6.8

R. El Señor es mi apoyo verdadero.

Dios mío, sálvame por tu Nombre, defiéndeme con tu poder. Dios mío, escucha mi súplica, presta atención a las palabras de mi boca.
R.

Dios mío, sálvame por tu Nombre, porque gente soberbia se ha alzado contra mí, hombres violentos atentan contra mi vida, sin tener presente a Dios. R.

Pero Dios es mi ayuda, el Señor es mi apoyo verdadero: Te ofreceré un sacrificio voluntario, daré gracias a tu Nombre, porque es bueno. R.

2ª Lectura: Santiago 3,16–4,3

Lectura de la carta de Santiago.

Hermanos: Donde hay rivalidad y discordia, hay también desorden y toda clase de maldad. En cambio, la sabiduría que viene de lo alto es, ante todo, pura; y además, pacífica, benévola y conciliadora; está llena de misericordia y dispuesta a hacer el bien; es imparcial y sincera. Un fruto de justicia se siembra pacíficamente para los que trabajan por la paz. ¿De dónde provienen las luchas y las querellas que hay entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que combaten en sus mismos miembros? Ustedes ambicionan, y si no consiguen lo que desean, matan; envidian, y al no alcanzar lo que pretenden, combaten y se hacen la guerra. Ustedes no tienen, porque no piden. O bien, piden y no reciben, porque piden mal, con el único fin de satisfacer sus pasiones.

Palabra de Dios.

Evangelio: Marcos 9,30-37

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

Jesús atravesaba la Galilea junto con sus discípulos y no quería que nadie lo supiera, porque enseñaba y les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará». Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerle preguntas. Llegaron a Cafarnaúm y, una vez que estuvieron en la casa, les preguntó: «¿De qué hablaban en el camino?». Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más grande. Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: «El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos». Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: «El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a Aquél que me ha enviado».
Palabra del Señor.

No hay comentarios: